¿Qué es la desviación del tabique nasal?
Las desviaciones del tabique son un conjunto de malformaciones o
deformaciones del tabique nasal:
Las
malformaciones son consecuencia de un trastorno del crecimiento del
cartílago nasal. La dificultad respiratoria aparece de forma progresiva
entre los 7 y 15 años.
Las deformaciones son consecuencia de traumatismos en la nariz con fractura
de huesos nasales o fractura-luxaciones aisladas del tabique. El inicio de
la dificultad respiratoria suele estar en relación con el traumatismo.
La diferencia entre malformaciones y deformaciones, sin embargo, no esta
clara, dado que hay que tener en cuenta traumatismos en la infancia que
muchas veces pasan inadvertidos.
¿Qué síntoma produce?
Es frecuente tener una desviación del tabique nasal sin síntomas. En estos
casos no hay que darle importancia.
Cuando la
desviación septal produce síntomas, éstos son en forma de
dificultad respiratoria. Se hace necesario entonces respirar por la boca,
sobre todo por la noche durante el sueño.
Se ha relacionado también la desviación septal con cefaleas, sinusitis,
enfermedades del oído, apneas en el sueño y problemas pulmonares y
cardiacos.
¿Cómo se llega al diagnóstico?
Tu otorrinolaringólogo puede hacer el diagnóstico de desviación septal, sin
ninguna maniobra invasiva. Con la luz apropiada y un espéculo nasal llegará
fácilmente al diagnóstico.
Si lo cree oportuno, podrá emplear también un sistema de ópticas para una
valoración más exacta de la desviación. Esta exploración se puede realizar
en la consulta, con anestesia tópica nasal, y tiene pocos inconvenientes.
En caso de dudas, pueden ser necesarios estudios funcionales para valorar el
grado de obstrucción y dificultad respiratoria.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento de la desviación del
tabique nasal es quirúrgico. La técnica
para la corrección de la desviación septal se conoce como Septoplastia. Esta
técnica actúa exclusivamente sobre el tabique nasal sin que la apariencia
externa de la nariz se modifique.
Actualmente existe la tendencia, si hay además deformidades de la estructura
externa de la nariz, al tratamiento integral de los problemas nasales,
corrigiéndose en el mismo acto operatorio la patología funcional y estética
(septorrinoplastia). No obstante, antes de entrar a quirófano pide
información a tu otorrinolaringólogo de la técnica que se te va a aplicar.
¿En que consiste la septoplastia?
La septoplastia se realiza generalmente con anestesia general, y por lo
tanto en un quirófano, bajo la vigilancia de un anestesista. Su finalidad es
darle al tabique nasal su forma y situación normal. Para ello el
otorrinolaringólogo aborda el septum nasal a través de una incisión interna,
en una u otra
fosa nasal. No hay incisiones externas, en la piel.
El día programado para la intervención acudirás al hospital en ayunas, por
lo menos desde 8 horas antes y, si la evolución es satisfactoria podrás se
dado de alta el mismo día, tras pasado 5-10 horas de la intervención.
Complicaciones de la septoplastia
La hemorragia anterior por las fosas nasales a través del taponamiento
nasal, o posterior hacia la garganta es una complicación de la septoplastia.
Es poco frecuente, debido al taponamiento, y fácilmente identificable en las
primeras horas tras la intervención. Ocurre generalmente, cuando además de
la
septoplastia, se ha efectuado, durante la operación, la resección de uno
o los dos cornetes inferiores. Cede, sin la necesidad de una nueva
intervención, espontáneamente o colocando un nuevo taponamiento nasal.
Otras pequeñas complicaciones como dolor frontal o febrícula son
consecuencia del taponamiento nasal y cederán con tratamiento o cuando se
retire dicho taponamiento.
Cuidados para después de la intervención
Portarás al alta un taponamiento nasal bilateral que permanecerá en las
fosas nasales unas 48 horas, durante este tiempo tendrás que respirar por la
boca.
Analgésicos si tienes dolor y, antibióticos que impidan la colonización por
bacterias del taponamiento nasal pueden ser necesarios.
En el domicilio debes guardar reposo relativo. Durante la noche es
conveniente que el torso permanezca a unos 35º de la horizontal.
El drenaje de secreciones sanguinolentas que escurren del taponamiento nasal
son frecuentes. Esto puede ser así hasta la retirada del taponamiento. No
debe preocuparte a no ser que se trate de sangre fresca y roja
La aparición de lagrimeo es también frecuente, y es consecuencia del
taponamiento nasal, que puede ocasionar otros síntomas como dolor frontal o
febrícula. Todo ello cederá al retirarse el taponamiento.
Tras retirado el taponamiento nasal se debe evitar la permanencia en lugares
con excesiva contaminación o polvo en el ambiente.
Practicar lavados nasales con suero salino es aconsejable. Evita la
formación de costras en las fosas y ayuda a su limpieza.
Evitar durante una semana el ejercicio físico.
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