“Estas opiniones son excesivamente conservadoras”, afirma el Presidente de
la Sociedad Española de Cirugía Plástica Estética y Reparadora, (SECPRE),
Antonio Porcuna.
“Algunos procedimientos se realizan desde hace mucho como la labioplastia,
(reducción quirúrgica de los labios menores). Son técnicas acreditadas y con
buenos resultados”, termina diciendo el experto.
El rejuvenecimiento vaginal no cuenta con datos fehacientes respecto de
resultados y beneficios tras intervenciones de este estilo y es a este tipo
de operaciones a las que se refieren los ginecólogos en general.
“No hay razones médicas fundadas para que una mujer deba someterse a un
aumento del punto G o deba volver a ser virgen. Si una paciente quiere
reforzar los músculos vaginales o puede lograr mediante la gimnasia y no con
una cirugía.
Este tipo de necesidad que cada vez hoy más en nuestras sociedades se está
demandando corresponde a requerimientos estéticos debido a complejos
personales que nada tienen que ver con la salud”, sostiene la ginecóloga
argentina Teresa Blanco.
Sin embargo hay quienes opinan que “todo el mundo tiene derecho a quitarse
una incomodidad y a eliminar un complejo físico o anímico.
Más problemática es la cirugía genital masculina para alargar el pene o
las inyecciones para darle grosor y este tipo de intervenciones se
promocionan y se hacen casi de manera rutinaria y nadie se queja”, comenta
el sexólogo español Juan Francisco Rotuano.
Según algunos expertos en la materia de la cirugía, hay mujeres que tras
varios partos quedan muy perjudicadas y que necesitan de una intervención
para reacomodar en su lugar a los órganos.
El síndrome de relajamiento vaginal nada tiene que ver con una cuestión
estética sino ya física que afectaría el funcionamiento normal del organismo
femenino.
“La técnica de rejuvenecimiento con láser, reconstruye por completo el
cuerpo perineal, aumentando la potencia para producir orgasmos”, afirma el
ginecólogo cirujano español Esteban Martínez.
Si no se tiene una
estructura vaginal óptima, esta operación funciona para
que se pueda lograr una verdadera satisfacción sexual. Mediante este
procedimiento se disminuye el diámetro interno y externo del canal vaginal,
lo cual resulta en un mayor placer sexual.
Procedimientos:
- El relleno del punto G se realiza con el ácido hialurónico que logra
realzarlo.
- La labioplastia también es una operación a la que muchas jóvenes desean
someterse ya que tener los labios menores prominentes dificulta las
relaciones sexuales y el llevar ropa ajustada.
- La himenoplastia es la técnica que se utiliza para reconstruir el himen.
La virginidad se puede perder por varias razones no sexuales como el hacer
deporte, ciertos ejercicios u accidentes en esa zona del cuerpo.
La mayoría de los profesionales involucrados en este tema que despierta
polémica, coinciden en que siempre y cuando se padezca de cierto
inconveniente físico que impide el funcionamiento normal del ser humano,
estas intervenciones son justificadas.
Pero cuando responden a llamados de la moda que nada tienen que ver con la
salud, los riesgos que implica cualquier tipo de intervención, sea la que
sea, no se justifican para aliviar un complejo estético que puede sanarse en
otro sitio más adecuado y no en un quirófano.
Anestesia:
El procedimiento es realizado generalmente bajo anestesia
peridural o
general.
Otros procedimientos incluyen la lipoescultura del Monte de Venus, la
reinjección de grasa en los labios mayores para rejuvenecerlos y darles un
aspecto más joven a estas áreas, retiro o reducción de la piel alrededor del
clítoris para mejorar sensibilidad del clítoris, y la reconstrucción del
himen por razones culturales.
La
lipoescultura del Monte de Venus puede ser un procedimiento aislado o a
realizarse conjuntamente con la lipoescultura del abdomen o de los muslos.
El aspecto del Monte de Venus es realzado mejorando su definición.
En contraste, las inyecciones de grasa del Monte de Venus o los labios
mayores rellenan estas estructuras, dándoles un aspecto más joven.
El retiro del doblez de la piel alrededor del clítoris, se realiza para
exponer el clítoris y para hacerlo más sensible. Sin embargo, hay poca
información sobre resultado, ya que la percepción de la diferencia es muy
variable de paciente a paciente.
Como con muchos aspectos de la anatomía humana, hay una amplia variedad de
formas, tamaños y aspectos de los órganos genitales femeninos, que están
dentro de los límites de lo normal. Antes de experimentar cualquier cirugía,
es importante determinar si realmente hay un problema con los órganos
genitales o si otra solución sería más recomendada.
Recuperación:
Durante las primeras 5 ó 6 semanas están contraindicadas las
relaciones
sexuales, y al cabo de 10 días la herida suele estar cicatrizada.
Fuente
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