Se debe realizar en caso de
microgenias (mentones pequeños con mandíbulas de
tamaño y posición normal). Un error muy frecuente consiste en recurrir a
mentoplastias (con prótesis o con osteotomía) para camuflar retrognatias o
micrognatias (es decir, posiciones mandibulares retrasadas o mandíbulas
pequeñas en su totalidad, no exclusivamente el mentón), lo cual empeora el
resultado estético final (deja un "mentón de bruja"). Estos casos deben ser
tratados mediante cirugía ortognática con ortodoncia pre y postquirúrgica y
no mediante
mentoplastia.
Mediante prótesis
Se implanta una
prótesis de silicona u otro material, de pequeñas
dimensiones, cuya textura y dureza se asemeje al hueso, impidiendo así que
haya una diferencia notable entre un mentón natural y el que ha sido
mejorado mediante una prótesis.
El abordaje puede ser intraoral (presentando mayor riesgo de infecciones y
encapsulación de la prótesis) o en el cuello por debajo del mentón (que deja
una mínima cicatriz). El procedimiento es ambulatorio por lo que no requiere
internamiento y para los Cirujanos plásticos esta es la opción más usual
para este procedimiento por su sencillez, mínima cicatriz y rápida
recuperación. Tiene el inconveniente de poder presentar rechazo del material
protésico, además de poder provocar una fibrosis importante en torno al
implante, lo cual incrementa las molestias y puede ser notado el implante
por terceras personas. No se recomienda en personas jóvenes (con una larga
expectativa de vida), dados estos inconvenientes.
Mediante osteotomía deslizante
Esta intervención es practicada en mayor frecuencia por el Cirujano
maxilofacial , dada su mayor experiencia en osteotomías faciales. Consiste
en hacer, mediante un abordaje intraoral (no hay cicatrices externas) un
corte en la mandíbula por debajo de las raíces de los dientes y del nervio
dentario, con el fin de avanzar el mentón, que es fijado posteriormente con
material de osteosíntesis en la posición planificada previamente por el
Cirujano. Consigue mejores resultados a largo plazo (al no haber prótesis,
no hay riesgo de rechazo, no hay riesgo de fibrosis ni riesgo de
movilización), y además permite corregir asimetrías mandibulares con más
facilidad que con prótesis. Como inconveniente el postoperatorio inmediato
es algo más molesto (más inflamación, más hematoma) y pueden lesionarse el
nervio dentario o mentoniano, así como las raíces de algún diente
(particularmente la del canino). En manos expertas estos riesgos son casi
inexistentes.
Fuente
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