La mayoría de las veces, se recurre a esta operación por motivos estéticos.
La reciente moda de llevar tanga como prenda interior o como ropa de baño,
ha aumentado el número de mujeres que se quieren someter a esta
intervención. A veces el desarrollo excesivo de los labios vaginales pueden
dificultar la higuiene íntima de la mujer o las
relaciones sexuales.
Los labios menores, son dos estructuras que están por dentro de los labios
mayores, cerrando la entrada de la
vagina y protegiendo el clítoris y la
uretra. La cirugía basicamente consiste en cortar el exceso de tejido y dar
forma al restante.
A veces se complementa con una pequeña infiltración de grasa para dar mayor
volumen a los
labios vaginales (nunca deben infiltrarse sustancias de
relleno permanentes). Como todo procedimiento quirúrgico, la
labioplastia
tiene riesgos, entre ellos, disminuir la sensibilidad erógena de forma
temporal. Se suele realizar con anestesia local y sedación.
Después de la cirugía es conveniente mantener reposo durante 24 horas y
esperar al menos 3 semanas para tener relaciones sexuales con penetración.
Algunos cirujanos recomiendan que la cirugía se realize inmediatamente
después de la menstruacción para asegurar que en la próxima menstruacción el
tejido estará cicatrizado.
Como en todo procedimiento quirúrgico es muy importante ponerse en manos de
cirujanos con experiencia en este tipo de intervenciones, y operarse en un
quirofano con los medios adecuados.
La operación puede causar un gran edema que se puede extender por los
tejidos vecinos. Para acelerar la recuperación y disminuir antes la
hinchazón, la paciente puede recibir sesiones de drenaje linfático manual.
Fuente
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