La piel,
nuestro traje favorito, aquel que no nos sacamos ni para
dormir. Imposible desconocer su impecable factura cuando
llegamos al mundo, buena caída, a la medida, fresca o cálida
según la necesidad, confortable y, sin duda juvenil. |
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Un buen modelito obtenido a precio de ganga. Pero con el tiempo, ¿qué pasa?
La tersura y otros atributos duran hasta la adolescencia, y no son pocos los
fatalistas que señalan que a partir de los 25 años - por fijar un hito - hay
que tratar el tema con más cuidado. Nuestro leal y usado traje merece más
consideración.
Los suavizantes, lavados en programas delicados, planchados al vapor y
viajes a la tintorería para conseguir un aspecto como nuevo, son analogías
que vienen como anillo al dedo si se trata de cuidar este amplio órgano. La
mantención se debe hacer tal como en los mejores trajes de haute couture. La
tintorería y, en este caso, una visita a la cosmetóloga, son un buen
pasaporte para una vejez digna, estéticamente hablando. Ella se encargará de
limpiar bien y en profundidad, y de sugerir un plan de ataque para disminuir
los efectos ambientales y de nuestro propio ritmo de deterioro.
Entre las soluciones tópicas de rejuvenecimiento, hasta hoy sólo contábamos
con grandes aliados como el ácido glicólico, la vitamina C, la jalea real y
la
dermoabrasión para resolver
problemas epidérmicos, pero ¿qué pasaba con
el tejido dérmico, algo así como el forro de nuestro traje? Envejecimiento
inevitable. Ahora gracias a la tecnología entramos en la era de las luces
pulsadas, las IPL y las LED, estas son ondas energéticas que llegan hasta la
dermis produciendo una regeneración de los tejidos, una muy buena
oxigenación y un gran aumento de colágeno por estimulación de los
fibroblastos.
LED significa luz que emite diodos, una onda de energía que traspasa la
epidermis produciendo actividad celular e inhibiendo malformaciones dérmicas
en el caso de las cicatrices y estrías, estabiliza la producción de melanina
resolviendo las manchas, y rejuvenece los tejidos laxos y dañados como el
escote y cuello, zonas que no pueden ser tratadas por los IPL (
Intensive
Pulse Light ).
La máquina Revitalight, que ya está en mi consulta, ha sido aprobada por el
FDA. Para cada caso se aplica una luz de distinto color e intensidad sobre
la zona a tratar. Los tratamientos se deben hacer cada 15 días, son
indoloros, no presentan efectos secundarios y duran aproximadamente 45 min.
El número de tratamientos dependerá del estado de la piel, la edad de la
paciente y un apropiado cuidado en el hogar. Como en cualquier otro
tratamiento las expectativas deben conversarse antes de iniciarlo.
¿Qué es el sistema Revitalight?
Este sistema ha sido desarrollado por dermatólogos, quienes han propuesto
soluciones no invasivas para tratamientos de la piel en las personas,
minimizando por un lado el dolor y aumentando la eficacia en el combate a
los signos de la vejez de la piel. Este sistema proporciona una tecnología
original de
Fotopulsación. Esta usa luz que emite diodos, similares a la luz
de la alarma de relojes y tiene también tiene un mini masajeador basado en
un sistema revolucionario de cuidado de la piel usado por spa y salones de
belleza. La frecuencia y duración del LED en el proceso de fotopulsación es
una pieza fundamental para la seguridad y efectividad de Revitalight, cuya
tecnología ayuda gradualmente a aliviar los signos de la vejez.
Fuente
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