Los defectos como la
microtia (que impide el desarrollo de partes de la
oreja) y las lesiones que causan la pérdida de parte de la oreja pueden
influir de manera importante sobre el aspecto general de las personas y la
imagen que éstas tienen de sí mismas. Obtenga información sobre las mejoras
estéticas logradas a través de la cirugía de reconstrucción de orejas y de
las
técnicas de otoplastia que se explican a continuación.
¿Qué es la microtia?
La
microtia es un defecto congénito de la oreja que se presenta en alrededor
de tres de cada 10,000 nacidos vivos. La traducción literal del nombre
médico es “oreja pequeña” y el defecto puede ser unilateral (que afecta sólo
a una oreja) o bilateral (que afecta a las dos). Cuando la microtia es
bilateral, el riesgo de pérdida de la audición es mayor. Sin embargo, muchos
pacientes alcanzan excelentes niveles auditivos con la cirugía
reconstructiva de orejas y audífonos de conducción ósea. Tanto la microtia
unilateral como la bilateral presentan tres niveles básicos de gravedad:
Grado uno: la oreja del niño parece normal pero es notablemente más pequeña
de lo que debería ser y puede o no faltar el canal auditivo externo.
Grado dos: faltan algunos rasgos de la oreja normal, como las porciones
exteriores del cartílago, conocidas como hélice y antihélice.
Grado tres: el tipo más grave de microtia, que presenta una falta casi
completa de organización del cartílago y de los rasgos de una oreja normal,
aunque puede existir un lóbulo mal formado. Además, en general no hay un
canal auditivo externo.
No hay evidencias de que la
microtia se relacione con las acciones o la
salud de la madre durante el embarazo, y la causa del defecto continúa
siendo desconocida. Sin embargo, en ocasiones la deformidad puede estar
relacionada con otras afecciones como la microsomía craneofacial y el
síndrome de Treacher Collins. Las técnicas de la
cirugía reconstructiva de
orejas pueden utilizarse para recuperar el aspecto natural de la oreja y
para mejorar la capacidad auditiva.
Cirugía reconstructiva de orejas – El procedimiento
En general, la cirugía reconstructiva de orejas completa se desarrolla en
cuatro etapas diferenciadas, cada una de las cuales incluye uno o dos
procedimientos. Para que los resultados y la recuperación sean óptimos, la
mayoría de los especialistas en
otoplastia completan estas etapas a
intervalos de dos o tres meses.
Primera etapa: La primera etapa de la cirugía de
reconstrucción de orejas incluye dos procedimientos: obtener cartílago sano
de las costillas y luego insertar el cartílago preparado en un bolsillo de
piel debajo de la oreja deformada o dañada. Este paso de la cirugía lleva
entre cuatro y cinco horas y requiere dos o tres días de recuperación en el
hospital.
Segunda etapa: Durante la segunda etapa del proceso de
reconstrucción de la oreja, se crea el nuevo lóbulo. Esta cirugía
ambulatoria lleva aproximadamente una hora y las suturas se quitan una
semana después de la operación.
Tercera etapa: En la tercera etapa de la cirugía reconstructiva de
oreja, la oreja recientemente formada (el marco del cartílago y el lóbulo)
se levanta desde el costado de la cabeza y luego se aplica un injerto de
piel en la parte inferior de la oreja. Normalmente, el pequeño injerto de
piel se obtiene de la parte superior del glúteo y el área del injerto
cicatriza sola bajo un vendaje de protección. Esta cirugía ambulatoria dura
alrededor de dos horas y las suturas se quitan una semana después de la
operación.
Cuarta etapa: En la cuarta etapa de la cirugía de
reconstrucción de orejas el cirujano crea una abertura en la concha (para
que parezca un canal auditivo natural) y trabaja para lograr simetría y
equilibrio en los contornos de la
oreja. El procedimiento es ambulatorio y
requiere aproximadamente dos horas. Las últimas suturas se quitarán una
semana después.
Es muy importante que, después de cada etapa de la cirugía de reconstrucción
de orejas, los pacientes eviten hacer deportes de contacto durante unas
cuatro semanas. También deberán prestarle mucha atención al área de la
cirugía, para detectar posibles efectos secundarios de la
otoplastia. Si
bien los riesgos asociados con la cirugía reconstructiva de orejas son
mínimos, todos los procedimientos quirúrgicos tienen complicaciones
potenciales. Para alcanzar óptimos resultados y tener una buena recuperación
es fundamental que siga atentamente las instrucciones del cirujano.
Cirugía reconstructiva de orejas después de un traumatismo
Las causas más comunes de lesiones en la oreja son las laceraciones, las
quemaduras y las perforaciones para aros infectadas o desgarradas. Cuando
toda o parte de la oreja se ve dañada por una lesión traumática, la cirugía
reconstructiva de orejas tiene un papel importante en el tratamiento y la
cicatrización de la herida. La importancia y la duración de la cirugía
dependerán de la gravedad de la lesión: los lóbulos desgarrados pueden
corregirse mediante una diversidad de procedimientos ambulatorios y no
requieren mucho tiempo, mientras que una reconstrucción total requiere
muchos meses de tratamiento quirúrgico.
En ciertos casos, las técnicas reconstructivas pueden emplearse de
inmediato; sin embargo, algunas lesiones pueden requerir la cicatrización de
la herida inicial antes de que pueda comenzarse con la cirugía
reconstructiva de orejas. Lo que se debe hacer después de cualquier
traumatismo en la oreja es buscar atención médica inmediata para evitar
mayores daños en esta área sensible.
Fuente
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